La empresa de los segovianos, ofreció un bonito espectaculo del que disfrutaron grandes y pequeños. Los toros hicieron buenas carreras y al que no pillaban, bien empapado quedaba.
Se vieron carreras para huir de los astados tanto de niños como de adultos y alguna fue arrastrada con silla incluida por toda la plaza.
Con los cabezudos tambien disfrutaron los niños a los que se repartieron globos y añuelos.
Carlos y Candela participaron muy activamente de la fiesta y se lo pasaron en grande, aunque en algun momento sintieron los pitones de los toros muy de cerca.
Aunque Candela no quiere que le haga fotos, yo se que luego le encantará verse en ellas.
Momento en el que uno de los toros entró en uno de los bares de la plaza. Entraron practicamente en todos y no fué para alternar sino para perseguir a los que allí itentaban refugiarse.
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