"Amigo Félix, hoy he estado en Las Navas a despedir tu cuerpo de esta tierra, y digo tu cuerpo porque creo firmemente que tu espíritu está sentado a la diestra del Padre tal y como tu fe te indicaba.
Seguro que desde allí seguirás con tu labor de ayudar a los demás y sabras proteger a tu familia y a tu pueblo, que hoy más que nunca han expresado el cariño y la estima que te tienen.
Después de escuchar la homilía de tu amigo sacerdote y de escuchar las palabras que te han dedicado tu familia, tus compañeros y vecinos he llorado, pero no de dolor por tu pérdida, que sí la he sentido, sino de envidia de saber que han tenido la suerte de conocerte y trabajar a tu lado.
Por las conversaciones que escuchaba a mi alrededor, he sentido la profunda tristeza que todos mostraban por tu pérdida, pero presiento que cuando las lágrimas laven el dolor de sus corazones, sabrán expresar la alegría y el orgullo de haberte tenido.
Tu voz ya no la oiremos pero ten la seguridad de que tus palabras y tus hechos seguirán marcándonos el ejemplo a seguir, y no me cabe la duda de que muchas personas serán mejores y más felices gracias a ti."
Miguel Camacho.
Gracias Miguel por unas palabras tan bonitas pero sobre todo tan reconfortantes, pues si bien nuestros ojos se llenan de lágrimas al leerlas, como tu bien dices nuestras lágrimas lavarán nuestro dolor.
ResponderEliminarJesús.
Hacía años que no nos veíamos,
ResponderEliminarpero he podido ver la amplitud
de llegar a los corazones de las personas que te rodeaban
y llenarlos con tu cariño,
Almudena
Hacía años que no nos veiamos,
ResponderEliminarpero he podido ver la amplitud de llegar a los corazones de las personas que te rodeaban y llenarlas con tu cariño
Almudena
Hacía años que no nos veiamos,
ResponderEliminarpero he podido ver la amplitud de llegar a los corazones de las personas que te rodeaban y llenarlas con tu cariño
Almudena