28 mar 2007

EL MONUMENTO DE VALERIANA, VIRTUDES Y PILAR


70 años después, la guerra aún alimenta batallas. Y no sólo por la eliminación de las estatuas de Franco. En Avila, un pueblo mantiene con la Junta un pulso por el monolito a tres republicanas fusiladas
JUAN C. DE LA CAL - El Mundo 06 de Agosto de 2006

Monumento a Valeriana, Virtudes y Pilar

Tres generaciones de lágrimas, 70 años esperando, un olvido inolvidable...Virtudes no puede contener las suyas cuando recuerda las que su padre vertió aquella tarde a un lado de la carretera, sobre un montón de tierra y zarzas. Y éste, a su vez, jamás olvidó esa sensación de frescor en la mejilla, cuando los ojos empapados de su madre se la mojaron en la postrera despedida.
Simón Lorente creció en el pueblo abulense de Poyales del Hoyo sabiendo quienes eran los asesinos de su madre. Y ya de mayor, cuando iba al pueblo de al lado, Candeleda, a vender sus cerdos, pasaba frente al lugar exacto donde yacía su cuerpo. «Volvía siempre transformado de aquellos tránsitos. No hablaba, apenas cenaba y a veces rompía a llorar con rabia cuando creía que no le veíamos», recuerda Virtudes. «Hasta que un día decidió que le acompañase. En mitad del camino paró el carro, nos bajamos y me señaló un terraplén. "Ahí está enterrada tu abuela, que se llamaba como tú. No lo olvides nunca"».
Virtudes no lo olvidó. El 19 de octubre de 2002 fue ella la que señaló el lugar exacto, la curva del Esparragal, a los miembros del Foro por la Memoria -asociación dedicada a rescatar de fosas anónimas a los miles de asesinados republicanos durante y después de la Guerra Civil- para que recuperaran por fin aquel cuerpo que no yacía sólo. Compañeras de muerte de Virtudes de la Puente estaban también los restos de Pilar Espinosa y Valeriana Granada.El día de Difuntos de ese mismo año las tres fueron sepultadas juntas, no sin polémica -el Ayuntamiento no quería enterrarlas- en el cementerio de Poyales del Hoyo.
Pero las repercusiones de estos crímenes no acabaron aquí. El pasado 14 de abril, coincidiendo con el 75 aniversario de la II República, miembros de la asociación, amparados por Izquierda Unida, inauguraron un monumento en su recuerdo en el mismo lugar donde fueron asesinadas. Se trata de un monolito de mármol, lleno de pequeños agujeros que simbolizan impactos de bala, y que sirve de fondo a una placa donde se lee:
«A la mujer republicana, a su dignidad y sacrificio. In memoriam. Virtudes. Pilar. Valeriana».
Su promotor es Mariano López, vecino de Candeleda y coordinador en la zona del Foro por la Memoria. Fue él quién organizó la exhumación de los restos de las tres republicanas -pidiendo los permisos, contratando a los arqueólogos, conectando a los familiares- y con sus propias manos recogió y clasificó los huesos y las pertenencias de las difuntas. Aquél día todos los asistentes -familiares de las víctimas y vecinos de ambos pueblos- regresaron a sus casas con la sensación de haber pasado una dura página de la Historia. Pero el libro sigue abierto...
La semana pasada, en el Ayuntamiento de Candeleda se recibió un escrito de la Junta de Castilla y León instando a su alcalde a retirar este monumento en el plazo de un mes aludiendo a un motivo técnico: el monolito se encuentra en una zona de dominio público de la antigua variante de la carretera «pudiendo afectar a la seguridad del tráfico», aunque ni siquiera se vea desde la carretera principal.
«Es como si a usted le colocan en el patio de su casa una sombrilla que no es suya sin pedirle permiso», aseguró el delegado de la Junta en Avila, Francisco José Sánchez, después de que trascendiese la noticia. La polémica estaba servida. Y la politización del tema, también.
El alcalde socialista de Candeleda, Miguel Hernández, se ha negado rotundamente a retirar el monumento «porque, técnicamente, no molesta a nadie y en caso de que haya que quitarlo no nos corresponde a nosotros. A mí me parece que el monumento dignifica el papel de estas mujeres que fueron víctimas de la barbarie. Lo curioso es que, hace dos meses, la Junta nos envió un escrito instándonos a poner plazas y calles en memoria de las víctimas del terrorismo.Y considero que estas mujeres merecen ser recordadas como tales», asegura el edil.
Por su parte, Mariano López, promotor de la idea, reconoce que no se hizo una petición oficial a la Junta, «aunque sí al Ayuntamiento.Para mí se trata de una persecución política. El delito de aquellas mujeres fue leer periódicos en público, pedir libros a Madrid, espacio para que jugaran los niños y ser fieles al Gobierno que el pueblo había elegido democráticamente»,
VENGANZA
La noche del 29 de diciembre de 1936 un grupo de milicianos fascistas fueron a buscarlas a sus casas. Virtudes tenía 53 años, era la mayor y la republicana más radical de todas. Y, además, era protestante.A Pilar, oriunda de una zona de Toledo donde se luchaba a muerte por un mendrugo de pan contra los latifundistas, se la acusaba de leer El Socialista al pueblo analfabeto en plena calle. Y a Valeriana, la más joven, embarazada de cinco meses, dicen que se la llevaron por la venganza de una mujer despechada que nunca aceptó que su marido siguiese enamorado de ella...
«La orden la dio uno de los falangistas más radicales, un hombre al que después de la guerra apodaban 501, porque esa era la cifra de personas que presumía haber matado. A mí me montaron con ellas porque ya era una adolescente y estaba junto con mi madre Pilar.Pero a mitad de camino no sé que extraño instinto hizo cambiar de opinión a uno de los verdugos y me ordenó bajar del camión.Cuando corría de vuelta al pueblo oí los disparos que acabaron con la vida de las tres», recuerda la octogenaria Obdulia Camacho hoy residente en Talavera de la Reina.
Cuentan que a Valeriana le abrieron el vientre para arrancarle el feto, rellenando el hueco con pequeñas piedras. Los cuerpos estuvieron expuestos todo el día al borde de esa cuneta sin que ninguno de sus familiares se atreviese a ir por ellos por miedo de correr la misma suerte. Por la noche, un vecino de Candeleda las enterró allí mismo y colocó una piedra como señal visible y muda de dónde estaban, única referencia durante décadas para familiares como Simón, el vendedor de cerdos, que lloraba en silencio siempre que la veía desde su carromato.
La Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica tiene constancia de que en el Valle del Tiétar están enterradas unas 1.000 personas, todas ellas del bando republicano, de las que se han contabilizado 112 en Candeleda. En toda España se calcula que hay más de 35.000 cadáveres, de los que sólo se han recuperado 500.
En el pueblo apenas se han levantado voces en favor o en contra del monumento. Nadie quiere reavivar odios de hace 70 años. El alcalde ha mandado ya una petición oficial y la Junta ha dicho que la estudiará. Todos, muertos y vivos, quieren seguir en paz...
En Poyales el entierro se celebró en una ceremonia muy emotiva, sin ceremonia religiosa, no porque las familias no lo deseasen, (el ser republicanas no significa que no fueran católicas) que sí lo querían y de ello soy testigo, sino porque curiosamente en ese día no estaban presentes en el pueblo ni las autoridades civiles ni religiosas.
En Poyales, este tema toca todavía las fibras mas sensibles de muchas personas, no olvidemos que tanto las victimas como los verdugos eran joyancos. Personalmente tengo la sensación que el aire que se respira en las personas que no son familiares directos de uno u otro bando es de condena a los hechos injustificables de tal barbarie, pero que mejor es no urgar en las heridas y tras un honroso entierro en el cementerio dejar el pasado en eso: en pasado.
En cuanto al monumento y en cuanto es un monumento a la mujer republicana, par mí es un orgullo que dicho monumento esté personalizado en tres mujeres joyancas, tres buenas mujeres que murieron en una de esas salvajes guerras creadas y fomentadas por los hombres.

4 comentarios:

  1. Gracias.

    Llevaba mucho tiempo deseando conocer toda la historia completa.

    No solo yo, sino muchas personas a las que conte como encontre el monumento a estas mujeres.

    Se necesitaba un reconocimiento a estas personas que durante 40 años fueron solo recordadas por sus mas intimos y las personas que fueron privadas de su presencia.

    Aun queda mucho camino para sacar todos estos casos a la luz, no podemos ni debemos cerrar los ojos ni el corazón y es nuestra misión homenajear a todas las victimas de la barbarie.

    Un fuerte abrazo.

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  2. Me alegro que la informacion haya sido util. Iré ampliando en lo posible cualquier informacion que haya sobre Poyales o Guisando.
    Es importante conocer los hechos y la historia para poder tener una opinion mas clara sobre ciertos temas.

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  3. Pasaba por aquí desde el blog de Arbillas. Me ha encantado el relato y cómo se ha llevado adelante el tema.
    Sólo una objección: la última frase. "...esas salvajes guerras creadas y fomentadas por los hombres". POdría decir que los hombres sólo pelean por culpa de las mujeres, pero sería tan subjetivo como la susodicha frase.
    El resto, fenomenal.

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  4. Gracias Camilo por tu observación. Estoy de acuerdo contigo, pero cuando la escribí estaba pensando en el hombre en cuanto que controla el gobierno y el poder y es el que decide y muchas veces es mas reacio a negociar o a ceder en un conflicto. Me acordaba del juicio de Salomón, en el que una madre prefiere verse separada de su hijo antes de ver que le maten.
    Trato de escribir y exponer lo que veo y siento. La vista puede ser objetiva, pero los sentimientos por su naturaleza son subjetivos.

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