MEDALLA AL MERITO DE TRABAJO

TODO UN EJEMPLO

Escrito el Sábado, 20 enero 2007 por Antonio García González para WWW.AVILARED.COM

Se trata Juliana Gonzalez del Río, a la que le ha sido concedida la Medalla al Mérito en el Trabajo, tras superar todo tipo de dificultades a raíz de la ejecución de su marido en 1936.
Su pueblo, Poyales del Hoyo, la ha rendido un multitudinario homenaje.
(El delegado del Gobierno impone la medalla a Juliana)
El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, entregó en la tarde de este viernes en Poyales del Hoyo a esta mujer de 96 años, la Medalla al Mérito en el Trabajo, en su categoría de plata, concedida por el Ministerio de Trabajo, a petición del Ayuntamiento de este pueblo.
El acto se desarrolló en el balcón del Ayuntamiento de esta localidad que celebra las fiestas en honor a San Sebastián, lo que contribuyó a que la plaza del pueblo estuviera repleta de vecinos, amigos y familiares de esta mujer conocida en Poyales del Hoyo como 'Tomasa'.

Entre los asistentes, un grupo de jóvenes procedentes de la localidad gaditana de La Barca de la Florida, que portaban una pancarta en la que podía leerse "Te lo mereces. Desde La Barca, con mucho cariño, para ti, 'Tomasa".
En un ambiente festivo, en el que no faltó la gaitilla y el tamboril y los vecinos interpretaron canciones típicas de la zona, Juliana González del Río se acercó al micrófono para gritar: "Muchísimas gracias al pueblo y a los vecinos y a los de fuera".Antes había intervenido un nieto que destacó la trayectoria vital de su abuela, mientras que Miguel Alejo subrayó el "cariño, la solidaridad y el entusiasmo" con el que es recibida en su pueblo."El Gobierno, con esta medalla, sólo reconoce el sentimiento general del pueblo", continuó Alejo, quien puso a 'Tomasa' como "un ejemplo" para la sociedad actual.Desde su punto de vista, "las grandes personas son las humildes, las que realmente hacen España".
En la memoria aportada por el consistorio para destacar sus méritos, el Ayuntamiento señala cómo esta mujer perdió a su esposo durante la Guerra Civil y posteriormente sufrió "las consecuencias de la marginación social".Juliana González del Río, de "grandes convicciones religiosas", que "sigue haciendo ganchillo y que todos los días va a la compra", tuvo que sacar adelante, con 25 años, a sus tres hijos, a los que "ocultó bajo un castaño la noche que mataron a su padre".A partir de entonces, comenzó "una vida de sacrificios y privaciones", ya que además de los trabajos, sobre todo como jornalera, "se dedicó a amamantar hasta 9 hijos ajenos".Mientras tanto, ella dejaba a los suyos "con una persona de confianza", antes de partir hacia las tierras de cultivo, situadas a una distancia de entre 5 y 10 kilómetros, donde se recogían carillas, algodón, tabaco, higos o aceitunas.
En la memoria figura cómo entre los vecinos "se cuenta" que cavó varias sepulturas a golpe de azada y pala, deduciendo las medidas de las tumbas mediante el uso de sus manos, ya que no sabe leer ni escribir".A todos estos trabajos se sumaron las tareas que realizó en la artesanal industria del ladrillo, así como en la obtención del carbón de encina y en la pintura exterior e interior de las casas de esta localidad del Valle del Tiétar con piel de borrego y cal viva."También recogió con escoba y recogedor los excrementos de los animales para poderlos vender", recuerda el escrito remitido por el Ayuntamiento al Ministerio de Trabajo para la concesión de esta medalla que hace casi cinco años no se concedía a un abulense.
La llegada de la democracia supuso su reconocimiento como viuda de guerra, lo que le supuso una pensión con la que puede vivir a caballo entre Poyales del Hoyo y la Barca de la Florida (Cádiz), donde reside una nieta.
Según el consistorio "todos los vecinos coinciden en que Juliana sigue manteniendo la vitalidad de siempre y un ánimo envidiable y, pese a su avanzada edad sigue haciendo ganchillo y todos los días va a la compra"."Tiene una gran convicción religiosa y cada domingo no se pierde ninguna eucaristía", culmina la memoria, en la que se destaca que Juliana González del Río es un "modelo a seguir por las generaciones venideras", por lo que Poyales del Hoyo se muestra "muy orgulloso de tener una persona tan singular y querida".

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