2 ene 2008
OSO PARDO DE GREDOS
Increíble pero cierto. Esa sería la opinión de cualquier persona que conociera un hecho recientemente probado como éste. Y es que si uno desplaza hasta la Iglesia del municipio abulense de Navacepeda de Tormes podrá contemplar la mano de un oso pardo de la Sierra de Gredos.
Sí, una mano de oso real que desde hace 400 años adorna la puerta de acceso a este templo. Esta afirmación se desprende de los datos de la datación con carbono 14 que aparecen en un estudio publicado en el último número de la revista Molecular Ecology. Así, en este trabajo, en el que han participado científicos procedentes del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos dirigido por Juan Luis Arsuaga, se detallan las dataciones y los análisis de ADN mitocondrial de muestras de osos europeos de hasta 18.000 años.
Se trata de un estudio que se centra en demostrar que durante las glaciaciones hubo un flujo continuo de genes en las distintas poblaciones de osos del sur de Europa y en el que, además, se incluyen datos de ejemplares más recientes como el de Gredos. En lo que respecta a la datación con carbono 14, hay que señalar que en ésta se indica, con un margen de error de 40 años, que la garra del citado animal tiene una antigüedad estimada de 350 años antes del «presente», una fecha que se establece en 1950 por convenio.
Para conocer más sobre los osos pardos en el Sistema Central habría que acercarse a la última cita conocida hasta ahora sobre estos animales, la cual recoge el historiador Gonzalo Argote de Molina en el Discurso sobre la montería de 1582. Una obra en la que se narra como siendo príncipe Felipe II, éste mató a un oso «de un arcabuzazo» en las proximidades de El Monte de El Pardo, en la capital madrileña. Por tanto, si se compara este hecho con la datación de la mano de oso de Navacepeda se puede observar la aproximación entre ambas fechas. De esta forma, se puede decir lo probable que resultaría que el ejemplar al que perteneció pudiera haber sido uno de los últimos osos del Sistema Central. Del mismo modo, en la colección de tejidos y ADN del Museo Nacional de Ciencias Naturales también se conserva una muestra de esta garra.
Por otra parte, en el Libro de Montería de Alfonso XI, escrito a mediados del siglo XIV, se señalaque las gargantas de Gredos «son un buen monte de oso en verano» y se citan algunos lugares cercanos a Navacepeda, donde existen además algunos topónimos que hacen referencia a los osos, como Polvoroso, Fuente la Osa o Raigoso.
Pero no sólo se refieren a los osos este tipo de libros ya que el premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway menciona una mano de oso en su novela Por quién doblan las campanas. En el ejemplar, uno de los personajes, Anselmo, comenta: «En la puerta de la iglesia de mi pueblo había una pata de oso que maté yo en primavera». Y es que Hemingway visitó la Sierra de Gredos durante el mes de junio de 1931 y de aquí que se deduzca que supiera de la garra. Actualmente, no se ha encontrado ningún documento escrito que se refiera a la historia de esta mano, que en los últimos días los vecinos han protegido con una placa de metacrilato. Aunque circula una leyenda local, que cuenta que se trata del exvoto ofrecido por un segador, a Dios o a algún santo, en agradecimiento por haber salvado la vida tras el ataque de un oso, al que logró vencer con su guadaña.
noticia extraidade Diario de Avila
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